PUEDO SOLA?

¡ Yo puedo sola !

A un padre, esas palabras sí que lo pueden lastimar. Especialmente porque en la mayoría de los casos, esa declaración simplemente no es verdadera, como así también frases como: “Yo se”, “yo puedo hacerlo” “No necesito a nadie”, son algunas que salieron de mi boca.

La verdad es que creo poder hacer todas las cosas. Cada día puedo hacer más cosas. Pero no puedo hacerlas en su totalidad. Y estas palabras me hicieron pensar más profundamente acerca de mi relación con Dios, al que considero como mi Padre, mi amado Padre en los cielos, quien está más interesado por mí y por cada uno de nosotros que lo que yo estoy por mi y ustedes de sus respectivas vidas. Y cuantas veces nos hemos preguntado y pensado que puedo hacer “por mi cuenta”? Lo podre hacer sola? Para ser honesta, este es un problema, un enorme problema. Es algo que me costó entender, ya que siempre estamos ocupados, cansados y dejamos de lado un momento de charla con nuestro Padre, quien tanto se agrada de escucharnos.

Las cosas parecen estar bien en mi vida, entonces, ¿por qué orar? ¿Por qué cada mañana? ¿Por qué cada noche? ¿Importa esto realmente?

La oración tiene un enorme propósito.

Este es un medio de conexión para nosotros, para compartir nuestros altos y bajos con nuestro Padre. Es como hablamos con Él; es como nos enlazamos en una buena comunicación. Dios lo sabe todo, sabe todo lo que nos pasa, nos duele, que cosas nos preocupan etc. El solo quiere escucharnos como nosotros escuchamos a los nuestros.

Él quiere escuchar acerca de nuestra vida según nuestras perspectivas. Él quiere articular nuestras alegrías, nuestras penas, nuestras preguntas, nuestras preocupaciones, cosas que solamente nosotros podemos expresar. Él quiere que conversemos con Él para que pueda conocer dónde están nuestros corazones, y entonces nosotros podamos llegar a conocer el Suyo.

“La oración es uno de los dones más preciados que Dios ha dado al hombre”.

La oración es la manera en la cual podemos sentir su presencia. La oración es la manera en que podemos silenciar al mundo y sintonizar al cielo. La oración es la manera en que usamos el poder de actuar en el nombre de Dios aquí en la tierra. La oración es el método por el cual los milagros de Dios suceden en nuestra vida. La oración es definitivamente un don.

Vemos esto todos los días a través de los medios de comunicación social. Publicaciones como “solicito oraciones”, “oren por mi hijo”, “envíe amor y ore a su manera”. Vemos este tipo de invitaciones a orar, que explotan en las redes sociales y llegan a millones de personas. ¿Por qué? Porque creemos que hay poder en la oración, pero cada uno de nosotros podemos hablar con Él a diario.

Pero se necesita algo más que palabras para que ese poder se arraigue. Eso requiere trabajo. Requiere fe en acción.

No debemos pensar que cualquier clase de oración, por sincera que sea, será muy eficaz si todo lo que hacemos es decirla”, “No sólo debemos decir nuestras oraciones; también debemos vivir de acuerdo con ellas. Dios está mucho más complacido con la persona que ora y luego va y hace su parte, que con aquella que únicamente ora, repite y se lamenta. Al igual que un medicamento, la oración funciona sólo si se usa como se indica”.

La oración tiene un propósito. La oración es un privilegio. Una oración es poderosa. He visto muchos milagros en mi vida y no puedo negarlos, pienso que puedo hacer cosas por mi cuenta, pero no puedo hacer todas. Siempre lo necesitaremos, sin EL nada somos y con El lo somos todo.

«‘La oración es el método por el cual los milagros de Dios suceden en nuestra vida.'»

Ro..

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